Consejos para educadores de niños que
sufren Bullying
Los profesores deben estar atentos a:
La relación de los alumnos/as en los pasillos y en el patio.
Los peores momentos se sufren cuando los profesores no están presentes.
Las "pintadas" en las puertas de baños y paredes
(qué nombres aparecen habitualmente).
La no participación habitual en salidas de grupo.
Las risas o abucheos repetidos en clase contra determinados
alumnos o alumnas.
Las faltas constantes a clase, ya que pueden indicar que no quieren
acudir a clase por miedo.
Estar atentos a los alumnos que sean diferentes, por su forma
de ser o aspecto físico.
Se queja de forma insistente de ser insultado, agredido,
burlado...
Si comenta que le roban sus cosas en el colegio o si cada día
explica que pierde su material escolar.
Investigar los cambios inexplicables de estados de ánimo:
tristeza, aislamiento personal del alumno o alumna, aparición de
comportamientos no habituales, cambios en su actitud, poco comunicativo,
lágrimas o depresión sin motivo aparente...
Escasas o nulas relaciones con los compañeros y compañeras.
Evidencias físicas de violencia y de difícil explicación:
moretones, cortaduras o rasguños cuyo origen el niño no alcanza a explica; ropa
rasgada o estropeada, objetos dañados o que no aparecen...
No quiere salir ni se relaciona con sus compañeros.
No acude a excursiones, visitas, etc. del colegio.
Quiere ir acompañado a la entrada y la salida.
Se niega o protesta a la hora de ir al colegio.
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